martes, 28 de agosto de 2007

Nueva Embajadora

La Fundación Santa Lola se siente con júbilo y una profunda alegría embarga a todos sus miembros en sus agencias internacionales, porque ya eres parte nuestra. Marcela Galeana Álvarez del Castillo es Embajadora de Fraternidad.

A partir de ahora, comenzamos a trabajar por la niñez y la adolescencia desde el Estado de Jalisco en México.
Únete a nosotros. Ayuda a los Niños, Niñas y Adolescentes en Jalisco, México. Pregunta cómo, en Fundacionsantalola@hotmail.com

domingo, 26 de agosto de 2007

Así crecen. Artículos para adolescentes...


Así crecen.

Enviado por: Chaile López Álvarez.

Embajador de Fraternidad en Cuba.

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Reflexiones y comentarios sobre algunas manifestaciones de la erótica adolescente que no pocas veces constituyen para los mayores una gran fuente de preocupación, nos referimos a la naturaleza de los juegos sexuales que se establecen entre chicos y chicas del mismo sexo, punto poco abordado sobre la sexualidad adolescente.


La Dra. Alicia González Fernández, directora de la Cátedra de Sexología y Educación Sexual de la Universidad Pedagógica “Enrique J. Varona”, refiere que no resulta extraño, incluso, según demuestran las investigaciones, es frecuente en todas partes del mundo, que en las etapas iniciales de la adolescencia, en que el erotismo, la libido de estos muchachos y muchachas no está aún orientada hacia un objeto definido hombre o mujer, encuentren una vía de expresión y satisfacción en los intercambios y jugueteos que casi siempre inocentemente se producen con estos amigos más íntimos de su mismo sexo.


A diferencia de lo que se suele considerar, estas prácticas ni son patológicas, ni expresan, en la mayoría de los casos, una tendencia homosexual. Son una forma más de ejercitar la función sexual, de orientar sus impulsos sexuales, aún no direccionados.


Como ha afirmado el conocido sexólogo español Félix López, el hecho de tener algún contacto homosexual en la adolescencia temprana o tardía, no significa necesariamente que la orientación del deseo sea o vaya a ser homosexual. Numerosos factores pueden favorecer este tipo de contactos sin presuponer dicha orientación sexual: falta de posibilidades de tener conductas heterosexuales, miedo a relacionarse con las personas del otro sexo, curiosidad por conocer el cuerpo del otro y otras tantas motivaciones.


Afirma la especialista que la práctica cotidiana demuestra que estas experiencias, si reciben una adecuada orientación psicopedagógica deben devenir, cuando llegue el momento propicio, en una relación heterosexual, y que de no ser así, es importante que comprendan que el homosexualismo siempre que se exprese de manera responsable, es una variante sana de expresión de los deseos sexuales.


En estas circunstancias, los y las adolescentes no deben ser culpados de nada, por el contrario, se les debe hacer conocer que esas conductas suelen ser transitorias y en la inmensa mayoría de los casos se traducen en un futuro, cuando encuentran la pareja idónea, en una relación mixta. Son las sanciones y los complejos de culpa que les inculcan los otros muchachos y los propios adultos los que los confunden y en ocasiones desvían sus tendencias sexuales reales.


Más adelante, la profesora de la Universidad Pedagógica esclarece que después de un período de juegos sexuales solitarios o de intercambios eróticos superficiales con sus amigos del mismo o el otro sexo, se comienza a consolidar la verdadera "necesidad o actitud de pareja", caracterizada por la búsqueda activa y vehemente de una persona con quien compartir los vínculos físicos y espirituales cada vez más complejos y profundos. Esto es propio de las edades finales de la adolescencia temprana y todo el transcurso de la tardía o juventud.


El proceso de desempeño y ejercicio de las funciones y capacidades de la respuesta sexual femenina y masculina, y el necesario acoplamiento que ella requiere para que tanto el hombre como la mujer logren alcanzar el clímax del placer físico y espiritual, tienen como preludio las prácticas que acabamos de explicar, pero para ambos llegar en un futuro a las cúspides del disfrute físico y la compenetración afectiva, requieren de una larga y progresiva fase de experimentación sexual que va de las formas más simples de intercambios eróticos a las más complejas.


La entrevistada, de larga trayectoria y experiencia en el campo de la educación sexual, hace énfasis en que el tránsito desde el autoerotismo, los enamoramientos platónicos hasta las uniones coitales debe ser un proceso paulatino, lento, gradual que puede ser comparado con el ascenso por una escalera, donde, el adolescente debe subir peldaño a peldaño, sin apresuramientos o saltos innecesarios, para arribar con seguridad y satisfacción a cada nuevo nivel, cada vez más pleno y mejor preparado, para que cuando alcance su destino, de la mano de su pareja, ambos puedan vivenciar todo el placer y la felicidad que una vida sexual madura y responsable les puede ofrecer.


Para que este nuevo vínculo enriquezca su sexualidad y nutra las restantes esferas de su vida, es necesario que aprendan a disfrutar de toda la hermosura y la dicha que les reporta la sexualidad compartida sin riesgos ni incertidumbres.


Cuando, por el contrario, y como le sucede a muchos chicos y chicas, su iniciación y desenvolvimiento sexual es prematuro y apresurado, al quemar etapas, ya sea por su preparación insuficiente u otros motivos como las presiones externas de la pareja y los amigos, o simplemente por curiosidad, esto suele traerles serias consecuencias en su desarrollo psicosexual que se traduce en los embarazos, la maternidad, los matrimonios precoces, los abortos, las disfunciones sexuales, entre otros frecuentes trastornos.


Al analizar otras aristas del asunto, expresa que las experiencias sexuales progresivas en la adolescencia son típicas, necesarias e inocuas en estas edades (cuando están bien orientadas), y tienen una función fundamental en el desarrollo y consolidación de los componentes psicológicos de la sexualidad: la identidad y el rol de géneros y la orientación sexoerótica y con ello el proceso de autoafirmación como seres sexuados.


El ejercicio del autoerotismo y de las formas iniciales de las relaciones de pareja, le permite al adolescente descubrir un caudal inagotable de potencialidades y posibilidades humanas ligadas a todos los aspectos de su sexualidad: no solo, ni principalmente, eróticos, sino también y en particular: espirituales, intelectuales, emocionales y sociales referidos a su personalidad y a los vínculos y relaciones con los otros y su mundo, procesos éstos que sientan las bases para la consolidación de su masculinidad o feminidad y el desarrollo de su autoestima.


Cuando el adolescente toma conciencia de los logros que en la vida sexual de pareja, familiar y social va alcanzando; cuando cada vez más se siente reconocido, respetado por sus padres y por los mayores y por sus coetáneos; cuando se sabe objeto de atracción física y de afectos y disfruta de los intercambios sexoeróticos; cuando descubre que puede, si se lo propone, penetrar en el mundo de los adultos y moverse cada vez con mayor soltura y seguridad entre ellos, entonces, como consecuencia de todo ello, se producirá un proceso de autoafirmación, que favorece y refuerza su autoestima.


No cabe dudas —refiere la directora de la Cátedra de Sexología y Educación Sexual— que el proceso de desarrollo y afirmación sexual en la adolescencia, a su vez se traducirá directamente en la estabilización de su identidad genérica, de su autovaloración y autoconfianza como ser masculino o femenino, lo que le permitirá consolidar de manera más permanente sus formas particulares de expresarse como hombre o mujer (roles de género) y el sentido de sus impulsos sexuales hacia un sexo u otro (orientación sexoerótica).


La reafirmación y estabilización de estos componentes psicológicos de la sexualidad, como resultado del sistema de trasformaciones trascendentales psicosexuales y generales que se efectúan en estas edades, convierten a la adolescencia en un período sensitivo de la esfera psicosexual de la personalidad.


Quiere esto decir —aclara— que, de la forma en que transcurran las adquisiciones y cambios inherentes a la etapa dependerá, en gran medida, que en las edades sucesivas y en el resto de su existencia, el individuo, logre alcanzar la integridad en la calidad de sus expresiones y formas de realización como ser sexuado, como hombre o mujer pleno, en la vida personal, de pareja, familiar y social.


Esa frase, a veces formal, que repetimos los adultos sin atribuirle mucho sentido, sobre la adolescencia como el "tránsito de la infancia a la adultez", encierra una verdad incuestionable y contiene también una cantidad tan grande y profunda de transformaciones cualitativas y cuantitativas en cada una de las esferas de su vida, en especial en la sexual, que no solemos comprender y mucho menos apoyar y propiciar.


Lamentablemente, con frecuencia sucede lo contrario —enfatiza la Dra. Alicia González: Todo aquello que es natural y necesario en estas edades resulta sancionado, reprimido por muchos padres y educadores. La tendencia sexofóbica, mitificadora y tabúizante que tradicionalmente ha movido las normas morales educativas del género humano suelen exacerbarse en los métodos de control y represión de la sexualidad de los adolescentes, a fin de "preservarlos" de los daños que pueden acarrearles los intercambios sexuales.


Sus ansias naturales de independencia y libertad, su necesidad y su derecho de acceder paulatinamente a una sexualidad plena, libre y responsable encuentra, en un buen porcentaje de casos, la oposición de los modelos sexuales estereotipados, esquemáticos sin alternativas que les imponen todas las fuerzas sociales.


Estos modelos rígidos, polarizantes y discriminativos, se convierten en una camisa de fuerza que encarcela y reprime sus tendencias y aspiraciones personales más ricas y valiosas y los tornan en esclavos de normativas sin sentido para ellos, y como tal, desencadenantes de los más diversos trastornos y problemas sexuales y sociales no siempre factibles de superar.


En esas condiciones, la adolescencia se convierte en una etapa de crisis y riesgo, con muchas posibilidades de ser vulnerable a los "peligros" de la vida sexual. En tales circunstancias —puntualiza— el adolescente se enfrenta a un mundo de nuevas y más complejas necesidades, retos y obstáculos sin que desde las etapas tempranas y en especial a lo largo de estas edades se les haya preparado, al armarlos de las capacidades, los saberes, las habilidades, en fin, las competencias que le posibiliten integrarse de forma exitosa y satisfactoria, al universo de los adultos.


Para concluir nuestra consejera manifiesta que este es, precisamente, nuestro desafío como educadores y como padres y madres, convertirnos en su guía espiritual, en la fuente donde podrán, siempre que lo necesiten, beber de nuestras experiencias, sin que se les obligue a dejar de ser lo que potencialmente son, para reproducir mecánicamente nuestros modelos, no siempre acordes a sus tendencias y aspiraciones personales y a la época que les ha tocado vivir.

sábado, 11 de agosto de 2007

Decreto 15-2007




Claudio Cordero
Presidente de la Fundación Santa Lola




Número: 15-2007


En el ejercicio de las atribuciones que me confiere los estatutos de la Fundación Santa Lola dicto el siguiente :

DECRETO:


1. Designar a Osmany Potrillé Bello (Embajador de Fraternidad en Cuba), trabajar en la Especialidad de Ciencias de la Salud, a José Antonio Pedraza (Embajador de Fraternidad en México) en la Especialidad de Hambre y Educación, a Luis José Quintero (Embajador de Fraternidad en Venezuela) en la Especialidad de Medio Ambiente, a Chaile López Álvarez (Embajador de Fraternidad en Cuba) en la Especialidad de Educación Sexual y a Elsa Vargas Oviedo (Embajadora de Fraternidad en Cuba) en la Especialidad de Educación Sexual.
2. Publicar este decreto en la página de Noticias de la Oficina Central de la Fundación Santa Lola y la Embajada Juvenil, conjuntamente con sus datos de contacto.
3. Ordenar que todas las acciones de especialidad vayan encaminadas a favor de la niñez y la adolescencia y que esto no es un límite para desarrollar otras áreas.


Dado en San Pedro de Macorís, República Dominicana a los cinco once (11) días del mes de agosto del año dos mil siete (2007). Año Nacional del Libro y la Lectura para la República Dominicana. Año Internacional de los Derechos del Niño para la Fundación Santa Lola.

Claudio Cordero

domingo, 5 de agosto de 2007

Los Sueños Húmedos

Artículo de: Los Sueños Húmedos en adolescentes varones.

Creado por: Chaile López Álvarez, Embajador de Fraternidad de Santa Lola y Experto en Sexualidad de Cuba.

Los sueños húmedos y nuevas sensaciones sexuales placenteras sorprenden a muchos varones que llegan a la pubertad y la adolescencia

«Creí que sentiría algo en la primera eyaculación», dijo Ricardo, un adolescente de 14 años. «Pero de pronto un día me desperté con la cama mojada y no me había dado cuenta de lo que me había sucedidó».
También Joan, un joven quinceañero, se siente confundido: «Dicen que es normal que yo tenga esos sueños húmedos... y las reacciones de mi cuerpo, pero no se cómo hacer ni entiendo qué lo provoca».

«Me sentí muy bien cuando dormía, y al levantarme, la cama estaba un poquito mojada pero no se lo dije a nadie. Solo lo comenté meses después cuando hablaba con los amigos y nos contábamos algunas primeras experiencias», afirmó Manuel, otro adolescente de 17 años.

Más reservados a veces para tratar estos temas, los varones confiesan cierto recelo al hablar sobre sus inicios sexuales, ya sean los llamados sueños húmedos, la masturbación o el coito, pues según dijeron: «es un tema demasiado personal».

Para los «arriesgados» que accedieron a responder, esta primera respuesta sexual de su organismo fue vista como una marca, un indicio de que ya pueden ser padres y por tanto hay que cuidarse durante las relaciones sexuales.

Más de la mitad de los entrevistados aseguró desconocer lo que les sucedería en esa primera experiencia, pues sus padres no les hablaron mucho de esos temas, como tampoco les explicaron qué sucede con las muchachas en igual período.

La mayor fuente de conocimiento para ellos son los debates que realizan entre amigos, donde los más experimentados confiesan sus historias y los «novatos», se limitan a escuchar para el futuro.

Hay quienes lo vieron como algo normal que los convierte en «hombres». En este grupo están los que ya conocían del tema porque sus familias les habían comentado.



HOMBRECITOS CON MENTE DE NIÑOS


«Al entrar en la adolescencia los niños sufren transformaciones bruscas en su cuerpo. “De pronto” se hacen más altos, les cambia la voz, aparecen vellos en sus genitales y comienza una vida erótica activa que revela para ellos una conducta sexual y reproductiva».

Así explicó a Sexo Sentido: Dr Carlos Alfonso Bequer, psiquiatra y máster en sexualidad, quien describe la eyacularquia como un proceso donde el varón descubre en su cuerpo sensaciones sexuales placenteras y se producen los llamados sueños húmedos.

Comprendido por lo general entre los 10 y los 14 años de edad, este período se caracteriza por el desarrollo de nuevos comportamientos psicosexuales, que dan inicio a la adolescencia.
En este sentido, aclara el especialista que no se puede confundir pubertad con adolescencia. La primera define todas aquellas transformaciones anatómico-fisiológicas que producen a su vez una maduración biológica y reproductiva, que marca el inicio de la segunda.

Durante esta etapa comienza también el «sentimiento de adultez», o la necesidad de ser y comportarse como los mayores, de reproducir sus conductas y manifestaciones en general, y sexuales en particular, lo cual trae aparejado el desarrollo de intereses referidos a la pareja, la familia y la reproducción.

Los motores impulsores de estos fenómenos son el sistema endocrino y la hipófisis. En el adolescente se inicia una producción incesante de hormonas que actúan sobre las gónadas femeninas y masculinas.

Este dinamismo provoca una ma-duración anatómico-funcional que conlleva a la diferenciación secundaria expresada como menarquia en las féminas, y eyacularquia en los varones.

Otro punto interesante son los cambios emocionales que se producen. Los adolescentes desean estar en grupos, compartir esas nuevas experiencias, son más hiperactivos.

Rápidamente comprenden que la casi totalidad de las zonas de su cuerpo y en especial los genitales responden a estímulos físicos o psicológicos y entran en una fase de «experimentación sexual» caracterizada por el deseo intenso de disfrutar de la más amplia variedad de vivencias eróticas y espirituales.




EL PLACER SE DESCUBRE


«La masturbación en la adolescencia es un fenómeno normal y beneficioso. Con ella el adolescente aprende a conocer su cuerpo a partir de sensaciones muy placenteras. Comienza una maduración psico-fisiológica que fomentará las bases para conformar su futura pareja», afirmó el doctor Bequer.

Investigaciones a nivel mundial revelan que aproximadamente uno de cada tres adolescentes, en especial los varones, practican durante estos años la masturbación y otros juegos con zonas erógenas de su cuerpo.

En ocasiones los padres reprenden a los jóvenes ante estas conductas, ignorando que estas manipulaciones no solo son inocuas sino que constituyen un factor de aprendizaje en la sexualidad de cada individuo.

Durante el comienzo de esta etapa los impulsos sexuales suelen ser muy vehementes y el chico no está preparado o no puede aún acceder a los juegos sexuales de pareja, por lo que estas prácticas solitarias devienen vía de descarga de tensiones físicas y psicológicas acumuladas, que le permiten una relajación indispensable.

El autoerotismo es una etapa fundamental donde el ser humano aprende a conocer las capacidades erógenas de su cuerpo, ejercita y desarrolla la función del orgasmo y se prepara para el próximo paso: los vínculos de pareja.


LUEGO VENDRÁ LA PRIMERA VEZ


Algo curioso entre los varones es el alto valor que dan muchas veces a sus primeras relaciones sexuales. Para ellos este momento se convierte en una meta que marcará su aceptación y el reconocimiento ante todos de que «ya soy un hombre».

Aunque la edad promedio de iniciación entre ellos está alrededor de los 15 años, esto no significa una frustración para quienes, pasada esa edad, no han experimentado su primera relación.

«Este hecho no tiene fecha límite. Todos los seres humanos somos diferentes en cuanto a caracteres. Hay quienes son más tímidos y les cuesta más trabajo socializar y entablar las relaciones, pero ello no implica trastornos sexuales a largo plazo o ser menos hombres», destacó el doctor Bequer.

Sin embargo, quienes comienzan muy tempranamente tienen mayor riesgo de promiscuidad y por tanto de contraer enfermedades de transmisión sexual o embarazarse.
En estos casos es necesaria una correcta orientación preventiva pues los adolescentes tienden a ser inestables porque están en un período de descubrimiento y conformación de su personalidad y cambian constantemente de parejas.


CRECER SIN CENSURAS


Estilos educativos autoritarios, el proteccionismo, la ignorancia o la negación de las naturales ansias de libertad y autonomía, impiden una iniciación feliz en la vida sexual del adolescente.
El sentimiento y la necesidad de independencia y autodeterminación que caracteriza su desarrollo y lo motiva a buscar la satisfacción de sus necesidades entre sus semejantes son mecanismos indispensables para su maduración psicológica y social.

Solo en la medida en que logren dar poco a poco aquellos pasos existenciales que les permitan adquirir los conocimientos, capacidades, y habilidades que lo preparen para una vida autónoma, podrán acceder plenamente a la adultez.

Decreto 12-2007


Claudio Cordero
Presidente de la Fundación Santa Lola



Número: 12-2007

En el ejercicio de las atribuciones que me confiere los estatutos de la Fundación Santa Lola dicto el siguiente:


DECRETO:

1. Permitir que los Embajadores de Fraternidad en Cuba, trabajen indistintamente a la agenda de las demás agencias de la Fundación Santa Lola, debido a la falta de democracia, a la falencia económica y la carencia de medios de comunicación abiertos, siempre tendrán que mantenerse en el tópico de Niños, Niñas y Adolescentes, pero serán más en el aspecto de asesores, articulistas y otros medios permitidos en la isla, que no vulneren la moral y las buenas costumbres.
2. Hacerlo público en la página central de la Embajada de Fraternidad y entre los Embajadores (existentes a la fecha) y próximos en conversión, Osmany Potrillé Bello, Chaile López Álvarez y Elsa Vargas De Oviedo.
3. Derogar el presente decreto, cuando la República Dominicana tenga libertad, democracia y participación internacionales.



Dado en San Pedro de Macorís, República Dominicana a los cinco (5) días del mes de agosto del año dos mil siete (2007). Año Nacional del Libro y la Lectura para la República Dominicana. Año Internacional de los Derechos del Niño para la Fundación Santa Lola.



Claudio Cordero

Nuevos Embajadores

La Fundación Santa Lola, acredita a dos nuevos Embajadores de Fraternidad, Chaile López Álvarez y Elsa Vargas De Oviedo, ambos de la República de Cuba.
Chaile de 22 años y Elsa de 55, son personas con ímpetu y deseos de lograr buenos resultados para nuestro mundo. Se contactaron con el Presidente Claudio Cordero y negociaron en cuanto a lo que sería su trabajo, teniendo presente la situación económica, política y social del pueblo cubano.
A la 1:51 y 1:53 de la tarde del sábado 4 de agosto de 2007, fueron Chaile López y Elsa Vargas acreditados como Embajadores de Fraternidad de la Fundación Santa Lola, en Cuba.