Escrito por: María Elena González González.
En la primera etapa de la adolescencia, los amigos pertenecen al mismo sexo, posteriormente y de forma paulatina se van estableciendo relaciones heterosexuales.
Con la madurez sexual, adquiere la capacidad de reproducirse, siente la necesidad de buscar satisfacción sexual, comienza a consolidarse la orientación del deseo y se sentirá fuertemente atraído por aquellos estímulos sexuales acordes con su orientación.
Se producen cambios frente a su propio papel sexual, ya sea éste masculino o femenino. Las manifestaciones de la masculinidad o de la femeneidad tiene sus raíces en la preparación recibida durante la niñez y variarán de una sociedad a otra; con todo, el adolescente se encuentra ante la tarea de imprimir al concepto de si mismo características sexuales culturalmente aceptables.
2- Los conflictos homosexuales son reconocidos por diferentes autores como parte del desarrollo de la adolescencia (F. López, Anamely Monroy, Helen S. Kaplan), por lo que, alguna experiencia homosexual a esta edad no significa necesariamente que la orientación del deseo vaya a ser homosexual, recordemos que ellos están en una etapa en la que se está perfilando su orientación sexual.
Practican la masturbación, y a través de las fantasías sexuales van ensayando su conducta sexual. Se vuelven de modo creciente hacia el otro sexo, estableciendo relaciones heterosexuales, citas, noviazgos.
De acuerdo a su edad , sexo y tipo de educación recibida, selecciona una o varias alternativas para manifestar su impulso sexual: masturbación, represión sexual o abstinencia, caricias sexuales sin llegar al acto sexual, recurren a la prostitución, relaciones sexuales prematrimoniales, matrimonio precoz.
Heinrich Brukner, considera que muchachos y muchachas viven la sexualidad de forma diferente. En su argumentación se refiere a que "... los muchachos experimentan en la primera emisión del semen un gran placer, sin embargo, en las muchachas contemporáneas no hay una experiencia similar, pero además, ellas saben que los hijos que puedan venir son una responsabilidad suya y no del hombre. de ahí que: en las muchachas el impulso sexual puramente biológico no está en primer orden, expresándose una necesidad más general de ternura y caricias; en cambio, los varones se excitan más fácilmente y la necesidad sexual de carácter fisiológico se hace creciente en ellos de manera más clara y más insistente." (5-pag 87).
En relación con lo anterior, en La Enciclopedia de la Sexualidad y de la pareja, la Dra. María Vallejo-Nazara, expresa " Aunque la fase final del periodo descrito se produce de manera similar en los adolescentes la diferencia fundamental estriba en que en la mujer aparece primero el amor que el sexo, y en ella el apetito sexual aumenta hacía los 20 ó 25 años." (6- pag 87).
La necesidad de amar, que va más allá de la amistad y llega hasta el anhelo por la cercanía física , surge bastante temprano.
Conforme progresa el adolescente en su desarrollo, sus relaciones interpersonales van evolucionando. Al ir logrando una identidad más definida, y a veces, bajo las presiones del propio grupo, estas relaciones que al principio eran con coetáneos de su mismo sexo, de manera lenta y oscilante van transformándose hacia la heterosexualidad.
El acercamiento al otro sexo se inicia de una manera más o menos discreta: intentan llamarse la atención mutuamente, decir bromas, exhiben sus habilidades y sus atractivos físicos. Estos intentos se búsqueda y seducción del sexo opuesto pueden realizarse tímidamente o con osadía y tienen un carácter lúdico durante un tiempo, pero, es innegable que conducen a una mayor madurez. Refiriéndose a esto la Dra. Anamely Monroy manifiesta que "En la amistad, el afecto y el amor experimenta, la comparticipación, el dar, la solidaridad que lo liberan de su aislamiento inicial y de su soledad interior." ( 7-pag. 91).
3- Poco a poco se irá desarrollando en el adolescente la capacidad de amar. Acerca del enamoramiento, Heinrich Brukner plantea "... ésta es la palabra que empleamos usualmente cuando queremos decir que la atracción que se siente hacia otro es pujante (...) sentimientos muy fuertes e inexplicables, añoranza..." ( 8-pag. ).
Lourdes Fernández se refiere a la definición de Alberoni, en la que plantea que "...el enamoramiento es un proceso en el cual la otra persona, la que hemos encontrado y nos ha respondido , se nos presenta como objeto de pleno deseo", para este autor, éste es un proceso monogámico "...amar a uno y estar enamorado de otro, es posible, pero estar enamorado de más de uno es imposible." (9-pag. 167). Nos llama la atención que el autor plantea que la otra persona "nos ha respondido" y nos cuestionamos. Cuándo estamos enamorados, siempre recibimos respuesta?
Para Helen S. Kaplan "...cuando se está enamorado, un beso puede llevarnos al borde del orgasmo..." ( 10-pag. 229).
Félix López, refiere "...el enamoramiento se caracteriza también por un sentimiento de encantamiento (...) por la intensidad de esta experiencia emocional algunos autores han llegado a hablar de un imperialismo emocional." ( 11-pag. 137).
Por lo que podemos concluir planteando que: el enamoramiento es un fenómeno extraordinario que nos invade, nos absorbe.
El adolescente puede experimentar un enamoramiento idealizado, es decir, que atribuye una serie de cualidades a una persona del otro sexo y se enamora de ella. Generalmente esta persona es inaccesible; puede ser un profesor, un actor de cine, una persona de más edad o de su misma edad y estar más o menos distante. Determinada persona le parece ideal y en silencio comienza a crear una relación con ella.
Según Heinrich Brukner, la idealización es "Una forma de enamoramiento no correspondida (...) un contacto a distancia, imaginario." (12-pag.79). Este tipo de enamoramiento ocurre con frecuencia entre los jóvenes y se considera que es más frecuente entre las muchachas que entre los varones. En la mayoría de los casos la timidez no permite acercarse a la persona idealizada, en otros casos como vemos, se idealiza personas completamente inalcanzables. A propósito la Dra Anamely Monroy manifiesta que "...el sabe que no podrá hacerse realidad,, pues sólo está enamorado del amor, ya que aún no está listo para llevarlo a cabo." (13-pag.90).
Poco a poco se atreve a establecer contactos más reales, con personas menos idealizadas y a la vez más accesibles física y emocionalmente.
Se describe aquí la fase de flirteo, en el que ya no es obra de la fantasía, sino una forma real de relación. Heinrich Brukner lo define como "... un juego cortés, informal, que no compromete nada..." (14-pag.79).
Por insinuaciones uno de los participantes hace notar al otro que le agrada. El otro corresponde cautelosa y provocativamente al mismo tiempo.
4- Estas dos formas descritas anteriormente, son relaciones sin compromiso, pero, a continuación analizaremos qué sucede cuando el encuentro con la otra persona los "ha tocado", se materializa.
Al cabo del tiempo la intensidad del enamoramiento disminuye, la imagen de ambos se hace más realista, y cuando esto ocurre se descubre quizás que lo que existía era una simple atracción física, y que en realidad existe poca base para una verdadera relación mutuamente satisfactoria, pudiendo: transitar hacia una amistad, al rechazo y a la separación, pero también es posible, que la atracción emocional siga existiendo, ya no en esa forma tan exuberante , pero si más estable.
Según L. Fernández, "...El amor constituye una forma específica de relación interpersonal que se basa en una mutua atracción recíproca (...) apunta hacia la necesidad de aproximación, de comunicación, de preocupación hacia el sujeto amado, de entrega física y espiritual, la identificación de aspiraciones con una forma de expresión netamente individual..." (15-pag.4).